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Antes que nada quiero darles las gracias a todos ustedes que han estado orando y pidiendo que Dios me dirija en todos sus caminos.

La semana pasada tuve la oportunidad de ir a ministrar a Dajabon. El propósito inicialmente era ir y ministrar en Haití. (Pero debido a las complicaciones de la frontera solo pude ir de visita).

Así que Quiero contarte como Dios uso esos días para su gloria.

Yo haba visitado Dajabon hace unos 3 años, logramos cruzar a Haití por meda hora y después estando en Dajabon conocí un pastor de la iglesia en donde Miguel, mi mentor, había ministrado anteriormente.

Recientemente pensé que seria bueno si yo fuera expuesto a un lugar, donde yo no conozca el idioma y la cultura fuera diferente a la nuestra. Así que pensé en ir allá a Dajabon, pero el pastor que antes había conocido, estaba en puerto rico, y aunque envié varios e-mails nunca recibí su respuesta y era necesario que yo fuese. Así que partí esperando encontrar a alguien a cargo de la iglesia.

Conseguí el numero de teléfono de alguien en Dajabon que conocía al pastor, el cual se suponía me pase a recoger una vez llegue allá.

Después de 13 horas de viaje, llegue a Dajabon, pero el numero que me habían dado no estaba en servicio, así que la persona que me iba a pasar a recoger, nunca apareció. Ya eran las 7 de la noche estaba oscuro lloviendo, como había estado en ayuno tenia mucha hambre, pero aun así no me sentía con miedo. Pregunte a varias personas si conocían a Alberto el pastor puertorriqueño, pero nadie sabia de el.

Y mientras trataba de reconocer el área, caminando bajo la lluvia, un señor se detuvo y me pregunto si estaba perdido, le explique que buscaba al pastor. Este en su deseo de ayudar me llevó donde su vecina, una señora Cristiana que al menos sabía donde quedaba la iglesia que yo buscaba, pero no conocía al pastor.

Ella me envió con otra persona a la iglesia. El joven con quien iba, se detuvo a hacer unas diligencias, y en ese momento paso una joven saludándolo Dios te bendiga. A ella también le preguntamos si conocía al pastor, resulto que ella era la esposa del pastor a cargo.

Como lo imagine Janeiro no estaba al tanto de mi llegada, sin embargo me dio una calurosa bienvenida después de hacerme varias preguntas.


De inmediato, Janeiro y Gerald, un haitiano diácono de la iglesia en Dajabon, hicieron un itinerario que incluía una entrevista en un programa cristiano local.

Al día siguiente durante la entrevista, un joven llamó a la emisora para hacerme una pregunta, resultó que este joven es Amauris, un amigo de la iglesia en las Matas de Farfan, el está trabajando, viviendo y estudiando en Dajabon. Además de ser una gran sorpresa esto termino siendo una gran Bendición.

Después del programa, Gerald y yo salimos a Haití, en donde tuve un buen tiempo con el Pastor Eddie orando por la escuela de la que el es director, y por la iglesia que esta en construcción. El tiempo en la escuela fue muy bueno, pues usaba el poco francés que se para poder hablar con los niños. Después me entere que el pastor Chávez estaba guiando un grupo de misioneros de Venezuela chile y Perú allá en Haití, en los cuales ayude con lo que podía. Es increíble como en un momento estaba solo y ahora ya tenía toda una familia de personas haciendo la misma obra que yo- predicar el evangelio.

Como ustedes saben en esos das había una tormenta tropical pasando por el país, se pronosticaba que precisamente en dajabon seria peor, muchos de los planes que tenia, no se dieron por causa de la lluvia, y aunque no pude ir a predicar en la iglesia, pase un buen rato de intercesión por dajabon y Haití, con gerald y el pastor Janeiro.

Luego fuimos a una comunidad llamada los miches, allí visitamos varias familias de la iglesia y gerald y yo oramos con ellos, allí conocí a Ana, una señora que a pesar de lo enferma que estaba daba gloria a Dios y lo exaltaba como si nosotros no estuviéramos ahí. Eso me llevo a leer filipenses 4; 12 “he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación” lo cual como espada de dos filos se aplicaba a mi también. Visto el gozo de esta señora también leí filipenses 4; 1 “regocíjense en el señor, otra vez os digo regocíjense”. Orando por las casas de los vecinos de los amigos vecinos de la iglesia, hermanos y por los de la comunidad de los miches, visitamos unos 20 hogares aproximadamente.

En la noche había estudio bíblico, y fue muy edificante como los vecinos por los que habíamos orado, estaban visitando la iglesia. Oramos por algunos hermanos en sus hogares mientras visitábamos otros que habían faltado a la iglesia recientemente.

Estas son solamente algunas de todas las bendiciones que recibí, y que vi a Dios obrando en mi vida.

Te ruego que sigas orando por Haití, y por obreros para ir a trabajar allá a corto y largo plazo.