Muchos de nosotros verdaderamente amamos a Dios con todo nuestro corazón. Pero a veces nuestro corazón mismo esta tan lleno de tantas cosas que es muy difícil que Dios ocupe el 100%. Así que hasta que no te deshagas de esas cosas no sabrás todo lo que Dios tiene para ti.
La semana pasada mientras intercedía por las personas pobres y sin hogar, Dios me mostró algo que al principio parece fácil de entender: si no tuvieras dinero oraras desesperadamente pidiéndole a Dios que te provea de casa y comida; por cuanto siempre lo he tenido todo, nunca me di cuenta de cuanto en realidad necesito depender de El.

Me pidió que tomara una guagua y me fuera a arroyo cano en donde solo había estado en varias ocasiones y pasar allá y en los montasitos un par de días, sin tomar dinero más que el del transporte y sin avisarle a nadie que iba para allá.
Así que tuve que orar mucho para que Dios me proveyera de casa y comida.
Y fíjate que si lo hizo!!!
Para mi fue algo difícil llegar a este lugar y pedirle a varias personas un lugar para dormir y algo de comer, cuando siempre he tenido mas de un hogar en donde descansar mi cabeza, y pedir comida cuando siempre he tenido mis tres diarias.
Llegue y después de pedirle a dos personas que si podía quedarme en sus casas finalmente encontré a alguien que decidió darme una cama para dormir. En la tarde de ese día ayude a organizar la biblioteca de la iglesia, y le di unos cuantos tratados a los niños que iban. Pero luego Dios me mostró como El tenia otros planes conmigo y quería que me enfocara en las bendiciones que El tenia para mí.
Tenia mucho miedo pensando en si iba a comer o no, y me mantuve orándole a Dios para que me provea de comida para esa noche. Al final de la noche me acosté con cuatro platos de comida y dos tazas de chocolate.
Vino el siguiente día y fui al centro compasión donde ayude a algunos niños con la tarea y les enseñe algunas canciones. Después de eso fui a comerme la comida, una vecina de la casa donde me quedaba me preparo un plato de arroz con habichuela con berenjena- que de hecho no me gusta para nada- pero le di gracias a Dios por esta sabrosa comida y me la comí toda.
Espere por un camión que me iba a llevar a los montasitos – loma arriba- donde me esperaba un reto mayor